lunes, 5 de noviembre de 2012

¿ES NECESARIO AGREMIARSE?

Contador Público: Mario Ernesto Castillo Guzmán
San Salvador – El Salvador – Centroamérica

La profesión de contador y de auditor en las últimas tres décadas han experimentado un crecimiento tanto en cantidad de personas que las ejercemos como en el aspecto técnico, sin embargo somos pocos los que estamos agremiados, generándose con ello un estancamiento dentro de la sociedad, ¿Por qué el gremio de contadores y auditores no logra una mejor posesión dentro de la sociedad?

Para responder esta pregunta se hace necesario hacer una mirada hacia el pasado, y ahí veremos que ha sido el individualismo que impera en nuestra sociedad el que ha generado la proliferación de varias gremiales, por ejemplo Corporación de Contadores de El Salvador (en adelante CCES), Instituto Salvadoreño de Contadores Públicos (en adelante ISCP) y la Asociación de Auditores Independientes de El Salvador (AIDES), quienes por regla general actúan en forma individual para mejorar la profesión de contador y auditor, recayendo en los miembros de sus Juntas Directivas tal actitud individualista.

La actitud individual es el resultado de nuestro sistema educativo, en donde se hace más énfasis al individualismo que a lo colectivo, en donde una persona vale por lo que es ella en forma individual, y para llegar a sobresalir hay que pensar en sí y olvidarse de los demás; para el sistema educativo lo colectivo es malo, quizás por la asimilación que se hace de lo colectivo con los sindicatos. En mi opinión los sindicatos no son malos, sino los que pasa es que en algunas ocasiones actúan inapropiadamente algunos miembros de los sindicatos.

Una prueba del individualismo es que el próximo 9 de noviembre de 2012 se llevará a cabo el II congreso de contadores el cual ha sido organizado por el ISCP, sin considerar a las otras gremiales; esto no es nuevo sino que viene de muchos años atrás, ya que como miembro de la CCES por más de 20 años, he percibido que la mayoría de sus Juntas Directivas también han actuado de forma similar, dejándose ver claramente que ha existido una competencia por demostrar quien de las dos gremiales es la mejor, lo cual los ha desviado de sus verdaderos objetivos y ocasiona que cada una de estas gremiales actualmente no tengan más de 600 miembros, por lo que ninguna de ellas puede decir que son el máximo representante del gremio de contadores y auditores.

Hasta donde tengo entendido, los contadores públicos inscritos en el Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoría (en adelante CVPCPA) rondan los 4,000 y sinceramente desconozco la cantidad de contadores y estudiantes de contaduría pública hay actualmente, sin embargo un número mínimo no sujeto a cuestionamiento no bajaría de 50,000, generándose automáticamente la siguiente pregunta ¿Por qué las gremiales de contadores y auditores no han encantado a contadores y auditores para que se agremien?, al respecto se puede mencionar que una parte se debe a la difícil situación económica que vivimos lo cual que es comprensible, pero en mi opinión el aspecto de más de peso es el individualismo y la exclusión que se da dentro de los gremios de contadores y auditores, lo que tiene a la base un sistema educativo que hace énfasis en el individualismo.

Para revertir un comportamiento individualista y de competencia de más de tres décadas dentro del gremio de contadores y auditores, se requiere tener una visión de futuro y paciencia, siendo uno de los primeros pasos a dar, la eliminación de cualquier clase de cuota de ingreso que cobren estas gremiales, para hacerlas más inclusivas; los estudiantes de contaduría deberían tener una cuota preferencial porque en la mayoría de los casos no cuentan con un empleo permanente; crear bibliotecas especializadas en la contaduría pública y auditoría; y luego deberían analizar su rol en el fortalecimiento de la profesión, lo cual los llevaría a evaluar la posibilidad de bajar los costos de las capacitaciones que imparten para minimizar el enfoque mercantilista que actualmente tienen, ¿Estarán dispuesto a impulsar estos cambios los actuales miembros de las Juntas Directivas de estas gremiales?, bueno eso solo el tiempo lo dirá.

Es importante mencionar que se han dado esfuerzos porque la CCES y el ISCP trabajen unidos, habiendo logrado buenos resultados cuando lo han hecho, pero las ocasiones han sido intermitentes, percibiéndose siempre una rivalidad entre estas gremiales.

Otro aspecto que es importante mencionar es que el repartimiento de los ingresos de las capacitaciones ya no solo se da entre las gremiales, sino que en los últimos años el CVPCPA ha sido otro actor que se ha convertido en competencia de éstas, lo cual en lo personal no lo veo que sea apropiado para una entidad estatal cuyas funciones principales son regular los marcos de referencia de contabilidad que se deben utilizar en nuestro país, así como ejercer el control de los contadores públicos independientes.

Una recomendación que me permito hacer a todo contador y auditor, así como a los que estudian la carrera de contaduría pública es que hagan los esfuerzos por pertenecer a la gremial de su preferencia, ya que es conveniente estar agremiado, porque desde afuera no se pueden impulsar los cambios que demanda y necesita nuestra profesión. Es momento de pensar en forma colectiva y no individual, lo cual no es fácil de lograr, pero tampoco es imposible.

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